SOY DEL VIENTO
de pasado, tenía un chorrito
que me inundaba la vista
que me inundaba la vista
cuando le pensaba mucho.
me había cortado el vuelo,
fui mi propia jaula
hasta que olvidé y creí,
se secó el aguacero,
estiré las alas.
donde pongo el ojo,
soy del viento
que me sostiene y enruta,
le entrego mis hilos,
me llena la voz.
ya mis pies no quieren tocar tierra,
saben que no es mía, ni de nadie.
búscame en el canto
que es mi único andar.
— MELISSA ORSINI
Borikén, El Caribe
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